Las acciones chinas han estado subiendo en el primer semestre del año, y se me ha preguntado varias veces si espero una corrección, o si aún hay margen para que continúen haciéndolo. Es importante tener en cuenta que el mercado bursátil de China es en realidad varios mercados; los mercados de Shanghai (Acciones A) y Hong Kong (Acciones H) están dominados por empresas estatales consideradas acciones “blue chips” o de primera línea, mientras que en el mercado Shenzhen (Acciones A) se alojan acciones nacionales más pequeñas. El interés de muchos inversionistas por las empresas estatales chinas sin duda se ha despertado debido a la orientación de fuentes cercanas al gobierno que indican que los planes de reforma anunciados en el programa de noviembre de 2013 del gobierno podrían comenzar pronto a tener una forma más concreta, lo que contribuyó a las ganancias recientes en los mercados bursátiles de Shanghai y Hong Kong. De hecho, muchas empresas estatales ya han experimentado una importante volatilidad en los precios de las acciones en las últimas semanas y debido al alcance del los repuntes del mercado de este año, ciertamente no me sorprendería ver más volatilidad en el futuro de los mercados chinos. Las empresas estatales son un instrumento clave para la política del gobierno chino y creemos que una reforma es crucial para la mejora de la economía en general. Con una representación de quizá dos quintos de la producción económica y un quinto de los empleos del país1, han sido un mecanismo clave para transmitir estímulo a la economía más amplia de China, a través de planes de inversión acordados, financiados a través de préstamos preferenciales de bancos estatales. Por otro lado, las inversiones mal planteadas y motivadas políticamente han causado que los rendimientos de los activos de las empresas estatales cayeran de la paridad con el sector privado en 2008 en un poco más de la mitad del nivel alcanzado por las empresas privadas en la actualidad,2 y varias empresas estatales parecen estar enfrentando dificultades financieras debido al aumento de las cargas de deuda y al debilitamiento de los rendimientos. Más que nunca, el gobierno parece estar determinado a enfrentar los defectos de la administración dentro de las empresas estatales para poder reestructurar la economía de China en una forma más empresarial, orientada al mercado. La composición actual del sistema de empresas estatales de China es el resultado de la presión de una reforma anterior que data de casi dos décadas atrás. En 2014, la naturaleza de las reformas planificadas por el gobierno chino no era clara. Las actividades posteriores sugieren que la “privatización”, tal como se la conoce en Occidente, en la cual se venden y compran empresas en parte o en su totalidad al sector privado y el estado se retira de la administración, no parece estar en el programa, al menos en el caso de las empresas controladas por el gobierno central. De seis proyectos piloto de reformas de empresas estatales anunciadas en abril de 2014, solo dos incluían capitales privados, en los cuales las empresas buscaban inyectar activos adicionales a las filiales cotizadas existentes y lograr una propiedad mixta dominada de forma abrumadora por accionistas estatales. Otras dos empresas experimentaron con un directorio independiente enfocado en la administración del capital, lo que ofrece una barrera entre las empresas y sus propietarios estatales, algo similar al modelo desarrollado en Singapur. Sin embargo, otro proyecto piloto mantuvo la estructura de las empresas estatales más o menos como estaba, pero le dio al directorio de las empresas estatales el poder de designar e incentivar al equipo de administración.3 Las reformas parecen reflejar una perspectiva en los círculos del gobierno de que la clave es colocar interruptores entre la administración ejecutiva y sus propietarios en el gobierno mediante la responsabilidad de hacer cumplir una estrategia comercial orientada al mercado en manos de la administración misma o de un nivel interventor de empresas administradoras de activos. Distintas empresas estatales individuales han emprendido sus propias iniciativas desde que se anunció el proyecto piloto. Una empresa importante de ingeniería de energía nuclear y una empresa de servicios financieros han adoptado proyectos similares, en los cuales se inyectan los activos de las empresas de propiedad estatal en las filiales cotizadas. Una importante empresa petrolera vendió una participación minoritaria de su filial de venta minorista de combustible a un grupo de inversionistas, con vistas a una eventual oferta pública inicial (OPI). Una empresa cementera se sometió a una importante reestructuración, y dejó a un organismo controlado por los empleados como su mayor accionista. Sin embargo, otras empresas parecen seguir una ruta más tradicional e invitan a capitales privados a participar en empresas conjuntas, y en muchos casos se otorgan a la administración acciones ordinarias de las empresas que dirigen. En los últimos meses, el gobierno de China parece haberse estado inclinando hacia otra ruta de reforma. Se realizó la fusión de dos empresas estatales de ingeniería ferroviaria, con el fin de evitar la duplicación de recursos para crear una mayor escala en los mercados extranjeros. Esto fue muy popular entre los inversionistas y los comentarios en los periódicos con buenas conexiones han apuntado a más iniciativas que irán por el mismo camino. En un artículo, se informó que la Comisión Estatal de Supervisión y Administración de Activos del Consejo de Estado (SASAC, por sus siglas en inglés) se encontraba planificando un recorte drástico en la cantidad de empresas estatales controladas a nivel central, de las 120 actuales a quizá solo 40, aunque el informe, publicado en el Economic Information Daily, controlado estatalmente, fue subestimado en un comunicado de prensa de la SASAC4. No obstante, persisten los rumores de los planes de fusión. En nuestra opinión, a juzgar por la recepción de la fusión de las ferroviarias, una ola de actividad corporativa de empresas estatales podría posiblemente crear importantes oportunidades para los inversionistas. Sin embargo, un simple aumento en la escala sin ningún otro tipo de reforma podría tener menores consecuencias a largo plazo en el...
Investment Adventures in Emerging Markets - Notes from Mark Mobius
Mark Mobius, Ph.D., executive chairman of Templeton Emerging Markets Group, joined Templeton in 1987. Currently, he directs the Templeton research team based in 15 global emerging markets offices and manages emerging markets portfolios. As he spans the globe in search of investment opportunities, his “Investment Adventures in Emerging Markets” blog gives readers a taste for what he does, when, where, why and how. Dr. Mobius has written several books, including “Trading with China,” “The Investor’s Guide to Emerging Markets,” “Mobius on Emerging Markets,” “Passport to Profits,” “Equities—An Introduction to the Core Concepts,” “Mutual Funds—An Introduction to the Core Concepts,” ”The Little Book of Emerging Markets,” and “Mark Mobius: An Illustrated Biography."
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